Muchas veces no valoramos las pequeñas cosas de la vida y no sabemos en qué momento nuestro mundo puede cambiar de manera significativa.
A continuación le cuento mi historia.
Mi nombre es José Luis tengo 35 años de edad, soy de Lima Perú.
Nací siendo una personal normal sin discapacidad tenía el amor de mi pareja era una persona feliz.
En el año 2007 Dios nos dio la dicha que llegó a nuestras vida una gran bendición: nuestro primer hijo, ser padres nos llenaba nuestra vida de felicidad.
Tomamos una decisión la madre de mi hijo y yo queríamos dar de todo a nuestro hijo ya que nosotros no lo pudimos tener en nuestra niñez y no queríamos que nuestro hijo pase lo mismo que a nosotros ya que el sueldo de mi país no nos cubría los gastos en la casa.
Decidimos emigrar a Chile y a los 4 meses de nacido de mi hijo mayor radicamos en Chile vendimos lo poco que teníamos para cubrir el pasaje y gracias a Dios llegó nuestro segundo hijo
En el año 2014 hablé con mi pareja para poder ir a visitar a mis padres y decidimos venir a Perú solo por visita, pero un mes antes de viajar se nos incendió nuestro cuarto (pieza). Un lamentable incidente que acabó con lo poco que habíamos construído con mucho trabajo y esfuerzo.
Tomé la decisión de viajar solo en bus. Cuando llegué a mi país natal a la casa de mis padres fui a comprar sus víveres, al salir de la tienda hubo enfrentamientos entre delincuentes y policías, una bala perdida impactó en mi columna estuve en estado de coma vegetal, durante ese lapso de recuperación la madre de mis hijos me abandonó.
En la actualidad me encuentro solo en Perú con mis padres desde el año 2014 no veo a mis hijos y ellos están en Chile.
Mi mayor deseo es poder ver a mis hijos nuevamente estar junto a ellos y recuperar el tiempo perdido, cada vez que pienso en ellos me deprimo, los años pasan y pienso que no podré recuperar el tiempo perdido.
Mis padres son de edad avanzada y no tienen como ayudarme, en el hospital los doctores dicen que me requiero una operarción para mejorar un poco mi calidad de vida.
Mi diagnóstico es: Traumatismo severa lesión D3
Mi mayor anhelo que tengo es poder ver y abrazar a mis hijos.
Operarme si DIOS lo permite.
Muchisimas gracias a Fundación Caly por apoyar mi causa, dar a conocer mi historia y llegar al corazón de muchas más personas.
Bendiciones